Para mí es un sueño hecho realidad. Orientar a familias en la educación de sus hijos y prestar apoyo y ayuda psicoeducativos en esta tarea tan difícil, pero a la vez tan apasionante, se ha convertido para mí en estos momentos en mi verdadera vocación.

Me diplomé en magisterio infantil, pero siempre albergué la idea de licenciarme en Psicología y al final opte por estudiar Psicopedagogía, pues me permitía aplicar esa ciencia al campo de la educación que era donde trabajaba. Y lo conseguí. Con mucho esfuerzo y disciplina conseguí  conciliar trabajo, estudios y vida familiar. Y finalmente me licencié por la UNED.

Ya hacía  tiempo que me rondaba la idea de poner en marcha un proyecto de escuela de padres en Ricla, pues sabía que la ayuda psicoeducativa a familias es muy necesaria en estos tiempos de cambios sociales y familiares tan rápidos, que exigen igualmente una rápida adaptación y que a la vez  ponen a prueba a los padres en la educación de sus hijos y en su aprendizaje. Y este curso por fin llegó el momento. El Ayuntamiento  recibió con buenos ojos esta idea y la propusimos a la dirección del colegio Maestro Monreal, que, como no podía ser de otra manera,  se mostró a favor del proyecto.

Han participado un total de 25 familias. En su mayoría han sido las mamás las que han asistido, para facilitar la participación de los papás hicimos sesiones un fin de semana, donde las parejas pudieron reflexionar sobre su práctica educativa dentro de la familia. La experiencia fue además de divertida muy enriquecedora.

El proyecto se ha desarrollado de septiembre a junio y se realizado los martes y jueves de cada semana, respetando los periodos vacacionales escolares. Los martes la sesión se ha dedicado a tratar los temas de interés desde un punto de vista psicopedagógico. Los temas tratados fueron propuestos por las familias. Sin embargo los jueves se han destinado a sesiones de consulta privada para las familias que lo deseaban, haciendo seguimiento en algunos casos y proporcionándoles un asesoramiento individualizado y pautando en cada caso la intervención.

La experiencia ha sido fascinante, no sólo por la ayuda que he podido prestar, sino por lo mucho que yo he aprendido con los casos que  me han planteado  y los problemas que han manifestado las familias y que por supuesto he intentado resolver con la mayor profesionalidad posible.

La mayoría de las familias han quedado encantadas con la experiencia y ahora preparamos la evaluación del proyecto, para valorar los resultados con el Ayuntamiento de cara al próximo curso y tomar decisiones sobre la continuidad de este fascinante proyecto.

Quiero dar las gracias a todas las madres y padres que han depositado su confianza en mí y han sido fieles a la tarea de explorar el difícil mundo de la educación dentro de la familia y además porque me han permitido crecer como profesional. GRACIAS.

Firma Manuela Aznar

 

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