¡¡¡¡Nosotras en verano abrimos por vacaciones!!!!
Aquí; nuestra amiga la diabetes, no nos da descanso ni tregua alguna, no sabemos qué es eso de desconectar… ¡uf que bien suena eso! Nuestra cabeza está siempre haciendo cálculos y recontando raciones y por supuesto, pendientes de nuestros dulces más si cabe en el verano. Ellos quieren correr, e irse de campamentos y bañarse todo el día en la piscina y nosotras no vemos más que ejercicio extra y por lo tanto posible hipoglucemia.
Os recuerdo que la hipoglucemia se produce por no tener la suficiente «azúcar » y hay niños que se lo notan y te avisan y otros que no; por eso hay que estar alerta en estas fechas, ya que también el calor les afecta muchísimo.
Una mañana típica de mi verano es:
Celia se levanta y se realiza prueba de glucemia, cuenteo de raciones de desayuno y ale se pone insulina y al ataque.
Realizamos tareas varias: domésticas y algo de deberes.
Preparamos bolsa de piscina: toallas, bikinis, crema solar, gafas de bucear, picas de buceo, ropa de cambio y almuerzo; eso es lo normal de todas madres, pero nosotras las Supermamis llevamos: zumo por si acaso hay bajada, galletas para mantener glucemia, medidor, tiras y pinchador, plumas de insulinas, agujas para administrarla y tapón para quitar la bomba y que se pueda bañar en nuestro caso.
Todo eso es de diario en un bolsito que yo llamo Kit de supervivencia.
Llegamos a la piscina y Celia se hace la prueba de nuevo para ver cómo va y por si hay que corregir cifra antes de quitar la bomba.
A parte de estar pendiente como toda madre, nosotras miramos el reloj más a menudo y revisamos que todo está en su sitio. Si corre mucho, si nada mucho, si se acerca la hora de comer, todo esta cronometrado casi casi al minuto.
Los llamo para almorzar y repito operación, se realiza prueba y conectamos bomba para poder poner insulina.
Lo hacemos ya por rutina, nuestra rutina que a base de acierto y error vamos llevando 24h y 365 días. Nuestra guardia no cesa, nuestras noches son muchas de ellas noches sin dormir, noches de guardia…y da igual que sea invierno o verano la diabetes no da descanso.
Pero sí que a veces da alegrías.
El mundo virtual, el mundo de Facebook y whatssapp, es una gran ayuda sobre todo al principio; donde este mundo que te ha venido de repente y no sabes por donde cogerlo no te da ni un momento de descanso.
No sabes con quien compartir tus dudas de diario que seguimos teniendo. No sabes que hacer en muchas ocasiones y no está mal decirlo, cuesta mucho entender esta enfermedad que no tiene ciencia exacta.
Gracias a este mundo, descubrí unas grandiosas mujeres que para mí forman parte de mi día a día. Que sin ellas no sería lo mismo, «Mis Supermamis»
Esas mamis como yo, que tenemos la diabetes en común.
Somos de toda España y sin conocernos abrimos el corazón y aconsejamos como si de nuestros hijos se tratasen, nos damos apoyo en las noches que toca vigilancia con nuestros niños.
Estamos ahí para escuchar, con sólo eso con entender lo que hablas te sientes bien porque nuestro lenguaje el lenguaje de la diabetes no lo entiende mucha gente o no lo quiere entender.
Por eso este post va para vosotras.
Porque siempre estáis ahí.
Así que nosotras, las Supermamis, abrimos todo el año, no cerramos por vacaciones.
Genial Sandra!
Gracias!
A vosotras por estar siempre ahi